La familia del niño está segura de que no se trata de un accidente y de que alguien le mató
Aún se desconocen las causas exactas y las circunstancias de la muerte
Los
familiares del menor rumano Gabriel Vidrascu, cuyo cuerpo fue recuperado ayer
en una pequeña laguna de la localidad madrileña de Vicálvaro, están a la espera
del informe preliminar de la autopsia. De momento, a los padres no se les ha
entregado el cadáver del niño, pero, al parecer, les habrían confirmado que su
hijo murió de un paro cardiaco y que falleció seguramente el primer día de su
desaparición, el pasado 24 de septiembre.
El
juez no ha autorizado a la familia a que se puedan llevar el cuerpo para que
sea enterrado, aunque los progenitores de Gabriel tienen claro que sus restos
mortales descansarán en Rumanía.
El
padre del menor, Ginel Vidrascu, identificó ayer el cadáver aparecido en
avanzado estado de descomposición en una laguna cercana a su domicilio. No
había duda de que se trataba de Gabriel. Aunque el pequeño sólo llevaba un
pantalón, el padre del menor reconoció sus marcas de nacimiento y cicatrices.
La
familia del niño ha afirmado estar segura de que no se trata de un accidente y
de que alguien ha matado al menor. En declaraciones a los medios, la portavoz
de la familia, Micaela, ha asegurado que "si fuera un accidente el cuerpo
estaría flotando y no cubierto, porque lo han cubierto para que no
flotara".
Además,
la portavoz ha asegurado que Gabriel no tenía una tabla de surf y ha comentado
que alguien la puso junto al cuerpo para que no se viera.
sursa: LaVanguardia
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