Traducción e Interpretación
La comunidad rumana de Ciudad Real, algo mermada por la crisis, acaba de poner en sentido figurado la primera piedra de la Iglesia Ortodoxa rumana en el Centro Social del barrio de Santiago, El Perchel.
En una de las aulas de actividades este domingo el sacerdote Cristian Caragea -llegó de Rumanía para hacer apostolado en noviembre- celebró una misa (de tres horas) por este ritual, la segunda en unas instalaciones cedidas por el Ayuntamiento los fines de semana, a través de la Concejalía de Participación Ciudadana que dirige Frasi López, a una comunidad cristiana que intenta abrirse camino.
Y de momento lo están consiguiendo. Si el domingo pasado fueron “unas veinte” las personas que acudieron al culto, este lo hicieron algunos feligreses más, explica Iulian Stefaniu, representante de la Asamblea Diocesana del Obispado Ortodoxo Rumano en España y Portugal, muy agradecido tanto a la concejal López, como a la alcaldesa, Rosa Romero, por su sensibilidad con el proyecto.
En Ciudad Real, con notable presencia de inmigrantes rumanos y de otros países de la Europa del Este repartidos por toda la provincia, no hay un solo templo ortodoxo. Con Caragea como párroco la Iglesia Ortodoxa rumana intenta crear una parroquia.
La iglesia es una proyecto a largo plazo, de momento se conforman con poder celebrar misas y otros rituales y llenar el vacío que tenían muchos cristianos ortodoxos, que hasta ahora si querían practicar su religión no tenían más alternativa que ir a una misa católica, “intentamos contactar poco a poco con la gente para que se puedan identificarse con su tradición”, agrega Stefaniu.
A las misas acuden por ahora rumanos de Ciudad Real, Manzanares y Daimiel. A medida que la comunidad crezca y dispongan de locales el padre Caragea irá a otras poblaciones. “Nuestra iglesia está abierta a todos, independientemente de la ideología o las creencias que tenga cada uno”, afirman.
También en Internet
La parroquia de la Iglesia Ortodoxa rumana tiene página web (en construcción) para atraer a la capital a todos los rumanos practicantes y ortodoxos que quieran mantener sus tradiciones: www.parohiaciudadreal.ro.
El uso del Centro Social es durante el fin de semana (no hay otras actividades). El aula en la que se coloca el altar y los símbolos, se prepara el sábado por la noche. Entre las nueve, nueve y media de la mañana y las doce y la una se celebra el culto. Después todo se deja como estaba para el lunes el centro se dedique a las actividades habituales.
Tres horas, esa es la duración de una misa ortodoxa. En esta religión que utiliza el rito griego sólo está permitida una misa a la semana y por la mañana, “tres horas sólo una vez a la semana para dar gracias a Dios no es mucho”, dice Caragea.
SURSA: www.lanzadigital.com
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